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Trump congela ayuda y trastoca programa antidrogas en puertos mexicanos

  • Foto del escritor: Angel Eustorgio Hernández del Ángel
    Angel Eustorgio Hernández del Ángel
  • 25 feb
  • 3 Min. de lectura

La reciente decisión del expresidente Donald Trump de congelar la ayuda exterior estadounidense ha paralizado un programa clave de la ONU en México, cuyo propósito era frenar el flujo de precursores químicos utilizados en la producción de fentanilo. Este revés impacta directamente los esfuerzos de seguridad en los puertos mexicanos, debilitando la lucha contra el narcotráfico en la región.

Paralización de esfuerzos antidrogas en puertos estratégicos

El programa, implementado por la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) en conjunto con la Organización Mundial de Aduanas, ha sido un elemento clave en la inspección de contenedores para detectar sustancias ilícitas. En particular, la iniciativa fortaleció el control del puerto de Manzanillo, considerado un punto crítico en el tráfico de precursores químicos provenientes de China. Se esperaba su expansión a los puertos de Lázaro Cárdenas y Veracruz, sin embargo, el congelamiento de fondos ha dejado en suspenso la implementación en estas instalaciones estratégicas.

Según fuentes cercanas al programa, el financiamiento estadounidense alcanzó los 800 mil dólares en 2023, destinados a capacitación y equipamiento especializado para la Secretaría de Marina, la institución que ha liderado los esfuerzos de seguridad en los puertos. El cese de estos recursos también afecta la adquisición de escáneres avanzados y tecnología de análisis de drogas, elementos clave en la detección de sustancias ilícitas.

Impacto en la seguridad y en la crisis del fentanilo en EE.UU.

El congelamiento de fondos afecta otros programas esenciales en la lucha contra el narcotráfico, incluyendo el entrenamiento de fuerzas mexicanas para desmantelar laboratorios de fentanilo y la donación de perros detectores de drogas. Pese a que algunas iniciativas han recibido exenciones presupuestarias, la mayor parte del financiamiento de la Oficina de Asuntos Internacionales de Narcóticos y Aplicación de la Ley (INL) sigue bloqueado.

La decisión de Trump ha generado preocupación entre expertos en seguridad y exfuncionarios estadounidenses, quienes advierten que esta medida podría agravar la crisis de sobredosis de opioides sintéticos en Estados Unidos. Enrique Roig, exfuncionario del Departamento de Estado, expresó su escepticismo sobre la efectividad de la estrategia:"Detener estos programas en este momento no parece ser una solución para reducir las muertes por fentanilo en EE.UU."

De hecho, más de 450 mil estadounidenses han fallecido por sobredosis de opioides sintéticos en la última década, y las investigaciones apuntan a que los precursores químicos de estas drogas provienen de China y son procesados en laboratorios clandestinos en México antes de ser distribuidos en Norteamérica y Europa.

Un giro en la política antidrogas de Washington

El gobierno de Trump ha insistido en que su prioridad es desmantelar las organizaciones criminales responsables de la producción y tráfico de fentanilo. La reciente designación de los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación (CJNG) como organizaciones terroristas extranjeras ha intensificado el debate sobre una posible intervención militar estadounidense en México.

Analistas sostienen que esta postura podría sentar las bases para futuras acciones más agresivas en territorio mexicano. De hecho, tras la designación de los cárteles como grupos terroristas, el empresario Elon Musk, cercano a Trump, sugirió en redes sociales que esto abriría la puerta a ataques con drones contra dichas organizaciones.

Por su parte, la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, ha reafirmado la postura de su gobierno en defensa de la soberanía nacional, anunciando que impulsará una reforma constitucional para fortalecer la autonomía de México en materia de seguridad.

Mientras tanto, el puerto de Manzanillo y otras instalaciones clave en el país siguen enfrentando la presión del tráfico de drogas sin los recursos y herramientas que la comunidad internacional había destinado para frenar el problema.



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