Trump alardea su actuar implacable en la economía y la migración de EU

En un extenso discurso dirigido al Congreso de Estados Unidos y al pueblo estadounidense, Donald Trump se autoproclamó como el líder que ha impulsado cambios rápidos e implacables en áreas clave de la política interna, particularmente en economía, migración y política exterior. Trump se atribuyó el mérito de las medidas que, según él, han transformado el rumbo del país, haciendo una retrospectiva de sus primeras semanas en el cargo, mientras que los legisladores demócratas, visiblemente descontentos, mostraron su rechazo.

El mandatario destacó sus políticas arancelarias impuestas a México y Canadá, que, según él, permitieron la captura de los principales líderes de los cárteles mexicanos y contribuyeron a disminuir el tráfico de fentanilo hacia EE. UU. A pesar de esta afirmación, Trump instó a estos países a hacer más para detener el flujo de drogas hacia su nación. También mencionó la designación de varios cárteles mexicanos como organizaciones terroristas globales, un movimiento que calificó como una respuesta a la "guerra" que, según él, estos grupos libran contra Estados Unidos.

El discurso también se centró en la migración, con Trump pidiendo más fondos federales para una ofensiva contra la inmigración ilegal y repitiendo cifras infladas sobre la cantidad de migrantes que habrían ingresado a EE. UU. bajo la administración de Joe Biden. A la par, aprovechó para criticar al sistema de salud y, durante su intervención, la tensión se hizo evidente cuando el representante demócrata Al Green fue expulsado del recinto por interrumpir el discurso.

Además, Trump dedicó tiempo a hacer promesas relacionadas con la reducción de costos de energía y alimentos, aunque los detalles sobre cómo llevar a cabo estas medidas fueron escasos. También aseguró que la política de diversidad, equidad e inclusión en el gobierno federal y en el ejército había sido revocada, lo que le ganó el aplauso de los republicanos presentes.

El discurso también incluyó comentarios sobre su visión para la política exterior, en especial en relación con Rusia y Medio Oriente, e hizo énfasis en su ambición de asegurar el control del Canal de Panamá y la adquisición de Groenlandia, un tema que fue rápidamente rechazado por los gobiernos de Panamá y Dinamarca.