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Ecuador: Noboa cedería mayor campo petrolero a firmas vinculadas con su familia

  • Foto del escritor: Angel Eustorgio Hernández del Ángel
    Angel Eustorgio Hernández del Ángel
  • 6 mar
  • 3 Min. de lectura

La polémica en Ecuador crece tras la adjudicación del campo petrolero más grande del país, el Campo Sacha, a la empresa privada Sinopetrol. Aunque el contrato aún no se ha firmado, la decisión del gobierno de Daniel Noboa ha desatado críticas desde múltiples sectores, especialmente después de revelarse que algunas compañías vinculadas al consorcio ganador tendrían relación con la familia del mandatario.

Este anuncio llega en medio de un nuevo estado de excepción decretado por Noboa en siete de las 24 provincias del país, argumentando que la medida es necesaria para “garantizar la seguridad pública ante los altos índices delictivos por la criminalidad”. Sin embargo, opositores denuncian que esta declaratoria busca impedir protestas y movilizaciones populares contra la privatización petrolera.

El viernes pasado, el gobierno ecuatoriano concedió la explotación del Campo Sacha a Sinopetrol por 20 años, bajo la condición de que la empresa invierta y aumente la producción. No obstante, el contrato establece que el consorcio se quedará con el 87.5% del petróleo extraído, mientras que el Estado ecuatoriano solo recibirá entre el 12.5% y el 18.5%, lo que ha generado duras críticas. En términos prácticos, esto significa que de cada 10 barriles de petróleo extraídos, Ecuador solo recibirá 1 o 2.

Otro de los puntos de mayor controversia es que Sinopetrol se beneficiaría de una infraestructura ya existente, sin haber participado en la exploración original del campo. Desde la década de los setenta, el Campo Sacha ha sido operado por la estatal Petroecuador, lo que refuerza la idea de que la empresa privada simplemente heredará un pozo ya en funcionamiento.

Además, la adjudicación no fue firmada por la ministra de Energía, Inés Manzano, como suele ser habitual, sino por el viceministro Fabián Calero, un funcionario con conexiones políticas cuestionadas. Este detalle ha aumentado las sospechas sobre posibles irregularidades y conflictos de interés en la negociación.

Las críticas también provienen de figuras políticas y expertos en el sector energético. El expresidente Rafael Correa advirtió que Ecuador perderá una de sus principales fuentes de ingresos durante los próximos 20 años. Exministros de Energía de los gobiernos de Guillermo Lasso y Lenín Moreno han expresado opiniones similares, asegurando que el contrato compromete la soberanía energética del país.

La candidata presidencial Luisa González anunció que, en caso de ganar las elecciones y asumir la presidencia el 24 de mayo, derogará todos los contratos y acuerdos firmados en este sentido, además de reinstalar a los funcionarios despedidos de Petroecuador.

Ante la creciente presión, el presidente Noboa reaccionó en su cuenta de la red social X, afirmando que el contrato con Sinopetrol solo se firmará si el consorcio paga un anticipo de 1,500 millones de dólares antes del 11 de marzo de 2025 a las 21:00. Según Noboa, esta condición responde a la urgencia de inversión en seguridad, salud y bienestar social.

Las críticas a este contrato han escalado en los últimos días tras revelarse posibles vínculos entre la empresa adjudicada y el Grupo Noboa. Reportes indican que Amodaimi-Oil Company S.L., una de las firmas detrás del consorcio Sinopetrol, tiene conexiones con El Ordeño S.A.S., compañía en la que figura Agroindustrias San Esteban como accionista. A su vez, esta última empresa cuenta entre sus socios a Isabel Noboa Pontón, tía del presidente ecuatoriano.

Este posible conflicto de interés ha encendido alarmas sobre el futuro de la licitación y ha incrementado el rechazo de diversos sectores, que exigen una revisión del contrato antes de su firma programada para el 30 de marzo.



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