Alemania en transformación: victoria conservadora y avance ultraderechista
- Angel Eustorgio Hernández del Ángel
- 24 feb
- 2 Min. de lectura
Las elecciones alemanas han dejado un panorama político fragmentado y desafiante. Con la victoria del bloque conservador Unión Demócrata Cristiana/Unión Social Cristiana (CDU/CSU), liderado por Friedrich Merz, y el ascenso de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) al segundo lugar, el país enfrenta un escenario inédito que redefine el equilibrio de poder en la mayor economía de Europa.
Merz, de 69 años y sin experiencia previa en el cargo, se prepara para asumir la cancillería en un contexto de crisis económica, divisiones internas por la inmigración y tensiones geopolíticas. Su discurso de victoria enfatizó la necesidad de devolver a Alemania un liderazgo confiable en Europa, así como reducir la dependencia de Estados Unidos, en un momento en que Washington parece distanciarse del conflicto en Ucrania.
El presidente estadounidense, Donald Trump, celebró la victoria conservadora en su red social Truth Social, señalando que los alemanes, al igual que los estadounidenses, han rechazado políticas progresistas en energía e inmigración. La AfD, por su parte, celebró su mejor resultado electoral hasta la fecha, con un 20.7% de los votos, y su líder, Alice Weidel, aseguró que el partido está listo para gobernar en el futuro.
Los socialdemócratas del actual canciller Olaf Scholz sufrieron su peor resultado histórico, obteniendo solo el 16.5% de los votos, mientras que los Verdes registraron un 11.7%. Sin embargo, la mayor sorpresa vino de la izquierda radical Die Linke, que superó las expectativas con un 8.7%, impulsado por el voto joven.
Con una participación del 83%, la más alta desde la reunificación de Alemania en 1990, el nuevo gobierno enfrentará complejas negociaciones de coalición. Aunque Merz ha descartado alianzas con la AfD, la aritmética parlamentaria deja abiertas múltiples combinaciones, con la posibilidad de una coalición a tres bandas que podría afectar la estabilidad del gobierno y su capacidad de liderazgo.
El futuro de Alemania dependerá de cómo se estructure el nuevo gobierno y de su capacidad para responder a los desafíos económicos y geopolíticos que enfrenta. Mientras tanto, el ascenso de la ultraderecha y la fragmentación del electorado reflejan una transformación profunda en la política alemana con implicaciones para toda Europa.

Commenti